Filetes de bacalao fresco cocinados a fuego lento en una salsa casera de tomate, ajo y hierbas. Una opción ligera, baja en grasa y rica en sabor mediterráneo.
En una sartén grande, calienta el aceite de oliva. Agrega el ajo (y cebolla si usas) y sofríe 1-2 minutos hasta dorar.
Añade los tomates picados o triturados, orégano, albahaca, sal y pimienta. Cocina a fuego medio por 10 minutos, removiendo ocasionalmente.
Coloca los filetes de bacalao sobre la salsa, tapa la sartén y cocina 8–10 minutos más, hasta que el bacalao esté blanco y se deshaga fácilmente con un tenedor.
Justo antes de servir, exprime un poco de limón encima del pescado.
Sirve caliente con perejil fresco picado por encima.