Un plato lleno de sabor, con un balance perfecto entre lo dulce y lo ácido, ideal para comer algo diferente, saludable y delicioso.
En una sartén grande, calienta el aceite de oliva (5 ml) a fuego medio y dora el pollo (300 g) hasta que esté cocido y ligeramente dorado.
Agrega los pimientos (240 g) y la zanahoria (80 g). Saltea 4–5 minutos hasta que estén tiernos pero crujientes.
Incorpora la piña (30 g), salsa de soya (30 ml), vinagre (15 ml) y miel (20 g). Mezcla bien.
Añade la maicena disuelta (5 g en 30 ml de agua) y cocina 1–2 minutos hasta que espese.
Ajusta sal y pimienta. Sirve caliente y decora con semillas de sésamo si deseas.
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